A tan solo 2 Km del Camping nos encontramos el pueblo de Cazorla, considerado uno de los pueblos más bellos de la provincia de Jaén. Derramado sobre la falda de la peña de los Halcones, desarrolló su casco urbano en torno al castillo de “La Yedra”, atalaya fronteriza del reino de Granada.
Partiendo de Cazorla llegamos, tras recorrer 1 km, al pequeño pueblo de La Iruela, en el que se pueden encontrar entrañables rincones sobre el que descansan los restos de un antiguo castillo templario del que destaca su torre del homenaje.
La frescura y verdor de la naturaleza rodea estos dos pueblos andaluces, en el cual podemos pasear por sus estrechas y empinadas calles, contemplar sus bellos monumentos y como no, ir a los bares donde podrá degustar una gran variedad de tapas y platos típicos de la zona.
Úbeda y Baeza son dos ciudades que se encuentran aproximadamente a unos 45 min. del pueblo de Cazorla. Estas fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, debido a la conservación de sus bellos y numerosos monumentos casi todos ellos renacentistas
No visitar Úbeda y Baeza es un “pecado de difícil perdón”, según asevera la tradición. Es preferible perderse por sus calles y disfrutar de la sorpresa de las fachadas con columnas, balcones enrejados, etc. de los cuales algunos son conocidas obras del arquitecto Andrés de Vandelvira.
Visitar el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas es descubrir un mundo de belleza y riqueza natural con una extensión de 214.300 has, es el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa. Está declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO y también Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
En el interior de estas sierras, que hasta hace 22 millones de años estaba bajo el mar, nacen ríos tan importantes como el Guadalquivir y el Segura que llevan sus aguas hasta el Atlántico y el Mediterráneo y otros menos conocidos aunque igualmente bellos, como El Borosa y el Aguasmulas.
La flora del Parque es una de las más ricas de España, con más de 1.300 especies catalogadas.
De ellas, al menos 24 son exclusivas de este territorio, entre las que destacan el pino laricio, una especie autóctona que se encuentra por encima de los 1.200 metros de altitud.
A su riqueza vegetal y paisajística, hay que unir una variada y abundante fauna que encuentra refugio bajo la cerrada vegetación y la inaccesibilidad de sus cortados.
En cuanto a la flora, hay numerosas especies únicas, como la violeta de Cazorla (Viola cazorlensis), un narciso que presume de ser uno de los más grandes del mundo (Narcissus longispathus) y una particular planta carnívora (Pinguicula vallisneriifolia). Además, hay numerosas especies de río, como la trucha común, barbos o bogas.
Además de la cabra montés, el Parque, cuenta con la presencia de otras especies cinegéticas como el ciervo y el jabalí, ambas reintroducidas tras su extinción, así como el muflón, procedente de repoblaciones. Entre los mamíferos depredadores podemos encontrar el zorro, la gineta y la garduña. Dentro de las aves destacan el buitre leonado y el águila real, así como el quebrantahuesos en proceso de repoblación.